ExcusasCuando nos hacen propuestas más o menos interesantes, a menudo nos cuesta decir que no , y optamos por la opción más fácil: poner una excusa, o peor aún: decir que sí, porque no nos atrevemos a la negación, pero pensando ya en esa excusa que nos librará del compromiso adquirido.

Pero, ¿por qué hacemos esto?, ¿Acaso a nosotros nos gusta que nos digan que sí y después siempre surja el famoso «pollo al horno», justo para el momento concreto del compromiso?

Con las excusas no estamos engañando sólo a los demás, sino que nos engañamos a nosotros mismos y visto así, sí que parece más grave, ¿no creéis?

Las excusas nos frenan, nos impiden avanzar en nuestro camino, quizás intentando esconder nuestros miedos, nuestra falta de valentía, o quizás por el miedo a un futuro que tememos construir. Y es ahí cuando debemos pararnos a reflexionar, a indagar en los porqués, a enfrentarnos a todo aquello que nos está impidiendo fluir. Es como ir en el coche con el freno de mano puesto, ¿habéis probado alguna vez lo difícil que es avanzar así, o incluso arrancar la marcha?. La palanca de freno es » la excusa» que impide avanzar a nuestro coche, ¿cuál es la que nos impide avanzar a nosotros?

Sabemos que es difícil hacerse estas preguntas, y más aún encontrar las respuestas. La buena noticia es que no estás solo! Podemos acompañarte en este camino, mediante un proceso de coaching podrás descubrir los miedos que te están frenando, todo aquello que te impide ser tú mismo, que te impide brillar, y trabajar sobre ellos para alcanzar tu mejor versión.

Ante esto, podrás ponerte una excusa: «es que si realmente hiciese lo que quiero hacer, los demás, o mi jefe, mi familia harían….» Y nosotros te preguntamos: ¿estás seguro?, ¿has probado alguna vez?, ¿te has dado la oportunidad?. Si la respuesta a alguna de estas preguntas es «NO», entonces lamentamos decirte que eres tú el que te estás impidiendo cambiar, y con ello avanzar. Lo positivo es que está en tus manos tomar la decisión, porque «si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás los mismos resultados». Atrévete a vivir!, ¿qué es lo peor que puede pasar si lo haces?, ¿realmente es tan grave?.

En otras ocasiones, quedamos aliviados al dar una excusa: «yo creo que coló, se lo ha tragado…» y volvemos a lo que comentábamos antes: ¿qué te parecería si eres tú el que propones algo a esa persona y en lugar de un «no» o un «sí», recibes ese pretexto?. Ponernos en el lugar del otro, nos ayuda a ver la realidad con unas gafas diferentes. A esa persona puede importarle o no tu respuesta, sea cuál sea esta, pero ¿y a ti?, ¿te sientes bien no siendo sincero contigo mismo?

Otra realidad es posible, y desde La Escuela de Emprendedores, estaríamos encantados de ayudarte a emprender este cambio, y acompañarte en tu camino, ¿Aceptas el reto?